Encuentros con el Maestro Jesús – Tema «Compartir con los que menos tienen como camino para el Reino de Dios»
Coordinado por José Cruz Igartua, religioso católico, practicante de meditación
Miércoles 25 de septiembre, 19:15
Espacio Ronda Madrid
Entrada libre
Te damos la bienvenida a un nuevo curso de “Encuentros con el Maestro Jesús”.
Hablaremos sobre el valor de “COMPATIR LO NUESTRO CON LO POBRES PARA COLABORAR CON JESUS EN EL REINO DE DIOS” basándonos en la cita de Marcos 10,17-27: Cuando Jesús estaba ya para irse, un hombre llegó corriendo y se arrodilló delante de él. —Maestro bueno —le preguntó—, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? —¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino solo Dios. Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre”. —Maestro —dijo el hombre—, todo eso lo he cumplido desde que era joven. Jesús lo miró con amor y añadió: —Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme. Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste porque tenía muchas riquezas. Jesús miró alrededor y comentó a sus discípulos: —¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios! Los discípulos se asombraron de sus palabras. —Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! —repitió Jesús—. Le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios. Los discípulos se asombraron aún más y decían entre sí: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?». —Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.
Jesús nos pide ser un «maestro interior», maestro no en el sentido de ser portador de saberes, sino sentirse inspirado, movido, configurado por el Ser Último. Ésta es la materia prima del «maestro interior» del que hablamos. Mirándole, descubrimos lo que somos. Siguiéndole, nos reúne a todos en un mismo «caminar». En esta línea, se nos está invitando a un proceso que obra en nosotros un crecimiento en profundidad. Nos inspiramos en un itinerario elaborado por José Antonio Pagola, sacerdote diocesano en San Sebastián.