San Bernardo y la Civilización del Amor: Una revolución espiritual pendiente

Conferencia impartida por José Antonio Vázquez Mosquera, monje cisterciense, miembro de la fraternidad Cristianía.
Martes 17 de febrero, 2017.
Espacio Ronda Madrid.

El amor basta por sí solo, satisface por sí solo y por causa de sí. Su mérito y su premio se identifican con él mismo. El amor no requiere otro motivo fuera de él mismo, ni tampoco ningún provecho; su fruto consiste en su misma práctica. Amo porque amo, amo por amar. Entre todas las mociones, sentimientos y afectos del amor el amor es lo único que la criatura puede corresponder a su creador”. Palabras de un sermón de San Bernardo de Claraval, abad y reformador monástico francés (Castillo de Fontaines, Dijon, 1091 – Clairvaux, 1153). Procedente de una familia noble, siguió desde muy joven su vocación religiosa. Ingresó en 1112 en la abadía cisterciense de Cîteaux y muy pronto, en 1115, pasó a dirigir el nuevo monasterio de Clairvaux (Claraval). En ambos monasterios impuso el estilo que pronto se extendería a toda la Orden del Císter: disciplina, austeridad, oración y simplicidad.

Un rasgo básico del abad de Claraval tanto a nivel intelectual como en la inspiración práctica fue la unión armónica de misticismo y teología. Bernardo pudo transmitir algo de esa experiencia mística a través de sus escritos de elevada calidad gracias a su formación teológica y que sirvieron de inestimable apoyo a aquellos que llevaban una vida de retiro en los monasterios. Su obra se asienta en un conocimiento erudito de la Biblia y de la Patrística hasta el punto de ser considerado tradicionalmente como uno más de los Santos Padres. A su muerte San Bernardo dejó escritos un total de 345 sermones y 533 cartas además de trece tratados y otras composiciones y tratados breves que le han sido atribuidos con mayor o menor fundamento. San Bernardo de Claraval fue uno de los grandes protagonistas de la Europa del siglo XII y principal figura en el desarrollo de la Orden del Cister. A lo largo de su larga e intensa vida fue capaz de llevar la Orden del Cister a su máxima expansión, con un total de 343 monasterios fundados en toda Europa.

José Antonio Vázquez Mosquera es monje cisterciense, licenciado en Filología Semítica, postgrado en Counseling. Autor de diversos artículos en revistas y colaboraciones en libros sobre espiritualidad monástica, ecumenismo, diálogo interreligioso y desarrollo humano. Desde hace unos años promueve diversos talleres, retiros y cursos sobre espiritualidad. En la actualidad, es miembro de la fraternidad Cristianía, una fraternidad en formación que quiere vivir y difundir los valores monásticos cistercienses entre los laicos/as, con un espíritu ecuménico e interreligioso.