Milarepa: Su camino hacia la iluminación
Conferencia pública a cargo de Rafael Navarro, de Inkarri Asociación Multicultural, estrechamente ligado al Budismo y a la cultura Tibetanos
Martes 6 de mayo, 2014.
Espacio Ronda Madrid.
Milarepa es el primer maestro tibetano que se ilumina en una sola vida y uno de los más famosos yoguis y poetas budistas. Su vida es un clásico de la literatura espiritual, y su obra presenta lo más profundo de la poesía mística. Milarepa es uno de los grandes maestros tibetanos; su discípulo Gampopa fundó el linaje Kagyu, de los Karmapa. La conferencia aborda la vida y obra de Milarepa dentro del Budismo Tibetano y explora las propuestas espirituales que afirman es posible la iluminación en una vida.
La conferencia será impartida por Rafael Navarro, responsable de comunicación de Inkarri Asociación Multicultural. Rafael está estrechamente ligado al Budismo y a la cultura Tibetanos, ayudando durante los últimos diez años a diversos monasterios tibetanos en el exilio. Ha tenido la oportunidad de conocer a grandes maestros, así como asistir a diversas enseñanzas e iniciaciones del Dalai Lama. Viaja habitualmente a India, donde irá en julio a la iniciación de Kalachakra en Ladakh. Se ha formado en el Sistema Pneuma (Psicología Transpersonal y Respiración Pneuma), también es Master en PNL y terapeuta floral.
Milarepa nació en 1052 y murió en 1135. Durante 12 años consecutivos meditó en una cueva viviendo solo y alimentándose de ortigas. Como consecuencia de este constante esfuerzo alcanzó la iluminación final. Su fama se extendió por todo el Tíbet y Nepal. Desde joven se dedicó al canto de las tonadas populares y fue reconocido como un buen cantante. Nadie sabe cuántos cantos y poemas compuso; los tibetanos dicen que cien mil. Durante más o menos la mitad de su vida utilizó el canto como medio de comunicar sus ideas y transmitir sus enseñanzas. Sus cantos son un legado inestimable de experiencias yoga, instrucciones y prácticas de meditación. Su vida fue la de un gran yogui mendicante que vivió en las remotas montañas, vagando de uno a otro sitio como un santo trovador que predicaba el dharma a quien quisiera escucharlo. Aunque en su tiempo fue ridiculizado por los eruditos budistas que lo tildaban de ermitaño ignorante, la historia ha comprobado que sus enseñanzas han sido superiores y de mayor alcance que la de aquellos letrados.