Thomas Merton, precursor de un nuevo monacato ecuménico

Conferencia impartida por José Antonio Vázquez Mosquera, monje cisterciense, miembro de la fraternidad Cristianía
Martes 1 de diciembre, 2015.
Espacio Ronda Madrid.

El comienzo del amor consiste en dejar que las personas a quienes amamos sean absolutamente ellas mismas, y en no presionarlas para que se amolden a nuestra propia imagen. En este caso, tan sólo amaríamos el reflejo de nosotros mismos reproducido en ellos”. (No man is an Island)

Thomas Merton (Prades, Francia, 1915 – Bangkok, 1968), monje trapense, poeta y pensador estadounidense. Está considerado como uno de los escritores sobre espiritualidad más influyentes del siglo XX. Nació en Prades, Francia. Su padre era de Nueva Zelanda y su madre de Estados Unidos. Su madre falleció cuando era niño. Durante su infancia vivió en Francia, en las Bermudas, en Estados Unidos y en Inglaterra. En este último país, estudió en la Universidad de Cambridge, terminando sus estudios en la Universidad de Columbia, Estados Unidos. Impulsado por una llamada interior, se convirtió al catolicismo en el año 1938. En 1941, ingresó la abadía trapense de Nuestra Señora de Getsemaní en Kentucky, ordenándose sacerdote en 1949. Durante sus 27 años en Getsemaní, Merton se convirtió en un escritor contemplativo y poeta, y se abrió al diálogo con otras religiones, apoyando causas como el pacifismo y los movimientos antirracistas. Merton murió en un accidente en 1968 mientras asistía a una conferencia entre cristianos y budistas en Bangkok. Se encuentra sepultado en el monasterio de Getsemaní. Sus diarios y sus cartas, que por expreso deseo de Merton no se publicaron hasta 25 años después de su muerte, revelan la intensidad de su compromiso con el movimiento por los derechos civiles, la justicia social y el diálogo interreligioso.

La montaña de los siete círculos (1948), su autobiografía, es su obra más famosa, traducida a veintiocho lenguas. También escribió Las aguas de Siloé (1949) y El signo de Jonás (1953), dos volúmenes sobre la vida de los trapenses; Semillas de contemplación (1949) y La vida silenciosa (1957), libros de meditación, así como varios libros de poesía Figuras para un Apocalipsis (1947), Las lágrimas de los leones ciegos (1949) y Las islas extranjeras (1957).